Traducción: Guillermo Vanegas
Tomado de: The Washington Post
Por: Lauren Kaori Gurley
En el paro laboral más grande del año, miles de trabajadores académicos del sistema de la Universidad de California se declararon en huelga este lunes debido a las prácticas de negociación del sistema universitario con su sindicato, que está tratando de obtener salarios más altos.
Unos 48 000 asistentes de enseñanza, posdoctorados, investigadores y graduados en la primera línea de enseñanza e investigación del prestigioso sistema de universidades públicas de California buscan un salario mínimo anual de U$54,000 y mayores beneficios para el cuidado de niños, alegando que no ganan lo suficiente para vivir en el Estado. También acusan a la universidad de no negociar de buena fe con su sindicato, United Auto Workers.
«En todo momento, la universidad ha tratado de actuar ilegalmente en la mesa de negociaciones, lo que nos impide llegar a un acuerdo», dijo Neal Sweeney, presidente de UAW Local 5810, que representa a más de 11,000 investigadores académicos y posdoctorados de la UC.
La huelga de la Universidad de California es también la huelga académica más grande en la educación superior en la historia de los Estados Unidos, según la UAW.
Las unidades de negociación que representan a los trabajadores académicos de la UC dijeron que la administración de la universidad ha realizado cambios ilegales en los beneficios de pago y tránsito sin consultar al sindicato. También alegaron que la universidad se ha negado a proporcionar información sobre las personas que están en la unidad y han obstruido el proceso. Las negociaciones han estado en marcha durante más de un año.
Los funcionarios de la universidad negaron las acusaciones de que sus negociadores violaron la ley durante la negociación. Dijeron que habían hecho esfuerzos de buena fe para negociar como lo demuestran una serie de acuerdos tentativos que las partes ya han alcanzado. Ryan King, portavoz del sistema de la UC, dijo que los administradores escolares han escuchado las prioridades de los sindicatos, brindado respuestas justas y mostrado «una voluntad genuina de compromiso».
«Nuestro objetivo en estas negociaciones es lograr acuerdos plurianuales que reconozcan las importantes y valiosas contribuciones de estos empleados a la misión de enseñanza e investigación de la Universidad con un salario justo, beneficios de calidad para la salud y la familia, y un ambiente de trabajo solidario y respetuoso», dijo en un comunicado.
La huelga amenaza con interrumpir las clases, la investigación y la generación de calificaciones antes de los exámenes finales en los 10 campus del sistema UC.
Los administradores de la universidad y el sindicato continuaron reuniéndose hasta el domingo por la noche, logrando algunos avances hacia un acuerdo, pero los funcionarios sindicales dijeron que seguían muy alejados sobre el tema central de los salarios.
En los días previos a la huelga, algunos profesores titulares de la UC dijeron que tenían derecho a cancelar clases durante el paro y se solidarizaron con los trabajadores académicos.
La huelga llega en medio de una ola de actividad sindical en los Estados Unidos, impulsada por las condiciones laborales de la pandemia y un mercado récord que ha brindado a los trabajadores influencia para negociar mejoras en salarios y horarios. Los trabajadores han obtenido victorias históricas en Amazon, Starbucks y Apple este año. Así mismo, Minnesota enfrentó recientemente la mayor huelga del sector privado en la industria de la enfermería en la historia de los Estados Unidos.
United Auto Workers está solicitando a los líderes de la UC un salario mínimo de $ 54,000 para todos los estudiantes de posgrado y un salario mínimo de $ 70,000 para todos los posdoctorados, así como ajustes anuales por costo de vida en las negociaciones de contratos. Muchos estudiantes de posgrado ganan $ 20,000 al año o un poco más, y los posdoctorados ganan un mínimo de $ 55,631. El sindicato también solicitó $2,000 al mes en reembolsos por cuidado de niños, licencia paterna pagada ampliada y pases de transporte público para sus miembros.
«Estamos tratando de hacer cambios transformadores en nuestras condiciones de trabajo que, a su vez, mejorarán la calidad de la investigación y la educación», dijo Sweeney, líder sindical. «Los problemas que enfrentamos son similares a los de otros trabajadores en este país. Estamos inspirados por las luchas en Starbucks y Amazon, y esperamos que nuestra lucha también inspire a otros».
El sistema universitario ha ofrecido aumentos salariales que van del 4 al 7% en el primer año del contrato, con aumentos posteriores más pequeños. Los trabajadores han rechazado esas ofertas, diciendo que son demasiado bajas. Por ejemplo, muchos asistentes de enseñanza ganarían menos de $30,000 al año con la propuesta de la universidad.
Los negociadores universitarios también han ofrecido estipendios para el cuidado de niños de entre $2,500 y $4,050 al año y algunos subsidios de tránsito. Algunos trabajadores reciben $3,300 en subsidios para el cuidado de niños. Los trabajadores han dicho que el estipendio anual propuesto apenas cubriría un mes de cuidado infantil.
La administración de la universidad sostiene que «brindar un pago justo y competitivo a todos los empleados es una prioridad de la UC y es esencial para garantizar la excelencia de nuestra fuerza laboral y la calidad de nuestro servicio a los estudiantes y al público».
El aumento de la militancia en torno a las demandas por el costo de la vida en el sistema de la UC sigue a una ola de huelgas no autorizadas que estallaron en la UC Santa Cruz y se extendieron por varios campus de la UC en 2021. Los trabajadores exigieron estipendios para paliar el elevado costo de vida y el aumento del precio de la vivienda en el Estado. Después de las huelgas, UC Santa Cruz acordó aumentar los estipendios de vivienda para los asistentes académicos.
El sindicato dijo que la gran mayoría de los estudiantes de posgrado de la UC gastan más de un tercio de sus ingresos en alquiler. Por ejemplo, los asistentes de enseñanza en UCLA ganan un promedio de $24,000 al año. La renta anual promedio en el área metropolitana de Los Ángeles-Long Beach-Anaheim es de más de $36,000 al año, según Realtor.com.
Los asistentes de enseñanza de la UC dicen cubrir largas horas para encontrar viviendas asequibles, donar plasma sanguíneo para llegar a fin de mes y pagar más de la mitad de sus ingresos en alquiler.
Jacob Kemner, estudiante de doctorado en estudios ambientales en UC Riverside, gana aproximadamente $28,000 al año y dona plasma dos veces por semana para obtener aproximadamente $200 en ingresos adicionales.
«Estoy llegando a fin de mes vendiendo plasma», dijo Kemner. «Como resultado de esto, soy menos capaz de ser eficaz en mi trabajo porque paso de seis a diez horas yendo y viniendo del centro de donación de plasma. Si no estuviera dedicando tiempo a eso, podría estar planeando y calificando lecciones».
Aya Konisha, asistente académica y estudiante de doctorado de segundo año en el departamento de sociología de UCLA, dijo que no puede permitirse vivir cerca del campus y tiene que viajar una hora en transporte público para llegar a la escuela.
«Mi salario definitivamente no es suficiente para llegar a fin de mes», declaró, pues su alquiler representa la mitad de su ingreso mensual de $2,400. «Preparo toda mi comida en casa. No hago ninguna compra cara en absoluto y, a menudo, me salto las comidas cuando tengo que enseñar. Se supone que UCLA es la universidad pública número uno en los Estados Unidos… pero es extremadamente desigual».
United Auto Workers ha denunciado 28 prácticas laborales injustas del sistema de la UC este año por no negociar de buena fe. El Estado de California está investigando los cargos y ha emitido dos quejas contra el sistema de UC.
Los funcionarios de la UC negaron estas acusaciones y dijeron que el sistema «sigue comprometido a continuar con sus esfuerzos de buena fe para llegar a acuerdos con la UAW lo más rápido posible».
A principios de este mes, la UAW anunció que el 97% de los más de 36,000 trabajadores que votaron en todo el sistema de la UC había autorizado una huelga por prácticas laborales injustas.
Antes de la huelga, 36 legisladores de California enviaron cartas al presidente de la UC, Michael Drake, instándolo a evitar la huelga «dejando de cometer prácticas laborales injustas».
