Antes de Maluma y J Balvin, otros artistas rendían culto al bajo fondo y al imaginario de los buenos muchachos en Medellín. La tradición realista antioqueña se narco-actualiza en los años 80 en las obras de Jorge Botero, un éxito en ventas en la década del terror, logrando travestir – de un Botero a otro- La Gioconda en un sicario descamisado, con las infaltables montañas como fondo. El título que le da a su obra, El mono liso, es un álias que no difiere mucho de los que adoptaban asesinos a sueldo como Pinina o La monja voladora. El anuncio publicitario a página entera, es extraído de una prestigiosa revista de arte. En esta intervención, la imagen lavada del hipertrófico modelo muestra como un Botero blanquea a otro Botero.
Técnica mixta
Formato A5
2023
Esta obra de #SantiagoRueda hace parte de #ImprentaDeLaVerdad, una curaduría de @jaunplabo