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(con Felipe Buitrago, Ministro de cultura; María Wills, Directora de la Unidad de Artes del Banco de la República; Catalina Valencia, Directora de IDARTES y Moderadora)


Transcripción libre:

Moderadora, comienza anunciando “un gran cambio que la Cámara de Comercio de Bogotá le ha venido ofreciendo a la ciudad y al país. Lograr que los emprendimientos continúen no solamente promoviéndose, sino también encontrando nuevas formas de reconstruirse, de reinventarse… La Cámara de Comercio de Bogotá está gestando una oferta mucho más precisa en términos de servicios para los empresarios [en este tiempo de pandemia].”

Moderadora, gran noticia: se va a abrir un Centro virtual de negocios. Luego, llamándose a su propia autoconcentración, saluda a los asistentes insistiendo que ese panel implicará “la redefinición de la gestión institucional del arte” para el país.

*Miedo. No, pánico.

Moderadora, continúa: “juntos con nosotros, Felipe Buitrago, Ministro de cultura, Catalina Valencia de IDARTES y María Wills Directora de la Unidad de Artes del Banco de la República.

Recuerda que el objetivo de esa reunión “es conversar en torno a la institucionalidad y su papel frente a la coyuntura.” Afirma “que las entidades tienen un compromiso ético con la sociedad: difundir el patrimonio nacional, promocionar la diversidad cultural, reforzar la participación y la identidad de la comunidad donde [los artistas] se encuentran.”

Abre diálogo con los participantes.

Pregunta a Ministro Buitrago (cámara en contrapicado evidencia de la grandeza de la economía naranja como credo): “¿Qué acciones concretas se han implementado [desde su Ministerio]”?

Ministro Buitrago, saluda y empieza a hilar: “Qué bueno que nos reunamos en este momento, para hacer la catarsis de lo que nos está sucediendo…”

Recurre a la alusión histórica: esta “crisis es la más profunda que hemos enfrentado desde la pandemia de 1918 e inclusive tal vez desde la Guerra de los Mil días…”

Luego hace un extraño recordatorio, subraya que “en el marco de la emergencia el Ministerio adelantó la emisión de 14 decretos legislativos para responder a las necesidades del sector cultura.”

Habla de 12 decretos transversales (¿?) Nadie entiende.

Repite el contenido de los decretos 475 y el otro que tampoco beneficia a los artistas no empresarios ni viejos.

Por un momento parece que el Ministro comete un desliz (reconocer que su cartera se ha equivocado en algo), pero no: pasa de largo sobre el hecho de que el Ministerio de Cultura carezca de una base de datos depurada de la población a la que se supone debe dirigir sus acciones.

Y repite el error de su viceministra Carmen Vásquez: alega que las convocatorias publicadas son la respuesta a la crisis.

*Al fin se conoce la procedencia de esa versión: que las convocatorias no hacen parte de un plan de trabajo continuado del Ministerio, sino que surgieron en plena pandemia. (¡Qué bien! Yo había pensado que se trataba de una jugada de Andrés Gaitán, pero no. Respiro aliviado).

Moderadora da la palabra a Catalina Valencia.

Valencia: vuelve sobre el error pasado por alto de Ministro Buitrago y señala que las instituciones de la cultura es decir, no sólo el Ministeriono tenían sistemas de información consistentes sobre la cantidad de artistas que componen este campo, sus cadenas de valor y los ecosistemas que apoyan la producción y circulación de las artes. Reitera que hay que hacer un esfuerzo inmenso para construirlas y que Teoría de sistemas 1, sin buena información no se pueden tomar buenas decisiones de política pública.

Propone una acción: gestionar el conocimiento del campo. Levantar bases de datos claras y oportunas. Si se identifica mejor se toman mejores decisiones.

Moderadora da la voz a María Wills:

Wills, reflexiona (o lo intenta): «de estos momentos críticos salen cosas importantes, por ejemplo, la conformación de una mesa de trabajo entre Ministerio de Cultura-IDARTES-Banco de la República» (olvida incluir a ArtBo)

Moderadora no dice nada.

Peeeero, Wills le hace un recordatorio a la gente que ha preguntado por la gestión del Área de artes del Banco en plena crisis: “el Banco tiene otro orden”, responde.

Luego, mientras piensa que se ha equivocado irremediablemente con el sector que la vio crecer y ahora darle la espaldaempieza a dar rodeos: explica que también en el Área cultural del Banco hay un área de música, que existe la biblioteca Luis Ángel Arango, que el Banco tiene 29 sedes.

Pasa a decir “que la prioridad del Área Cultural del Banco es mantener el impacto cultural [nunca definió esa expresión], que el banco está enfocado en la prestación del servicio público [nunca definió esa expresión] de la cultura.”

Se enreda en sus palabras. (Sabe que erró diciéndole a los artistas que de malas). Vuelve a las múltiples ocasiones que se le ha reclamado al Banco respecto a su plan de compras para artistas durante la pandemia y vuelve a equivocarse. Dice que eso no va a suceder. Antes hay que priorizar otros asuntos. La salud pública, por ejemplo (¿?).

Da un rodeo adicional y sugiere que la cultura, el arte y la creatividad son una salida, y que de esta crisis “van a producirse unos proyectos curatoriales maravillosos”.

Recuerda que el Banco tiene 29 sedes.

Habla de apoyo entre museos para reactivar… [no concluye].

Recuerda que aquí se sigue un modelo de museo no estadounidense, y que aquí van a hablar de integración en un ecosistema de negocio… [no concluye].

Luego se autopregunta “¿cómo se imagina el futuro del museo?” Y pasa a decir que “la gente no se imagina todo lo que hay detrás de mover… el esfuerzo tan grande en tratar de agilizar procesos y que ojalá la gente entienda que la burocracia… [no concluye]” y que al hablar de los recursos que maneja el Banco para la compra de arte, se trata de impuestos, “cuestiones que hay que controlar”.

En este momento, recula: desde el Banco sí se va a apoyar al sector artístico colombiano mediante la adquisición: se van a priorizar la compras nacionales.

*Seguro alguien de alguna galería ex-amiga llamó a regañarla por interno.

Habla de que al Banco le interesa mucho volver a construir la confianza social [no concluye].

Moderadora, a Ministro: “¿usted desde el Ministerio qué ha evidenciado en el sector cultura y, por favor cuéntenos qué fragilidades pero también qué fortalezas evidencia este momento sobre las instituciones?”

Ministro destaca que el sector tiene una gravedad natural [Ley de la gravedad, Newton 1] hacia la informalidad. Subraya que los artistas son atención amigues artistas que esperaban algo de este gobierno— “antiestablecimieto, antinorma y antireglas”. Y que por esa razón es difícil censarlos.

Recuerda que en los dieciocho años que lleva trabajando en el sector “no se sabe cuántas veces se ha intentado levantar un registro de productores culturales”. Según él, esto representa una falta de interés por parte de los artistas para “hacerse validar de la institucionalidad”.

Añade que con la crisis han “surgido decenas de organizaciones de último minuto”, que carecen de experiencia en el manejo de la legislación “no podemos hacer lo que nos dé la gana y lo que nos pidan”.

*Ni nada, pero bueno.

Intenta llegar al alma de los artistas, poniéndoles una tarea y cero financiación: “la gente esta esperando que chasqueemos los dedos y volvamos al 11 de marzo: las artes tienen que enseñarnos cómo es que vamos a volver a vivir y eso tiene que estar anclado a nuestro patrimonio.”

Moderadora pasa la palabra a Valencia.

Dice que hay que hacerse una autocrítica: “no sabemos conversar con nuestro sector”.

Luego cuestiona la economía naranja, porque como fue definida y como está decretada no permite el diálogo. No sólo se trata de apegarse a los indicadores.

Le recuerda a Ministro que la carencia de censos no es culpa de los artistas, sino de una institucionalidad sorda y arrogante.

Moderadora aprovecha para destacarse ante el Ministro y lo carea con Valencia. El funcionario aplica la retórica HassanNasariana de “no es tiempo de politizar las cosas”. Luego culpa a los críticos de la reforma naranja afirmando que si “las personas leen el Plan de Desarrollo a profundidad se darán cuenta de que están equivocados, y de que lo que les interesa es introducir divisiones.”

Sigue insistiendo en que ese plan es de Duque pero que no es de Duque. Que hace parte central de mecanismos y herramientas de desarrollo sostenible.

Reitera que la gente ahora mismo tiene que olvidarse de hacer sloganes y “nos pongamos a trabajar todos juntos en una misma mesa y en el propósito de resolver las problemáticas de la cultura.”

Moderadora (satisfecha) le otorga la palabra a Wills: ¿cuáles podrían ser nuevos modelos de trabajo?

Wills: “… esta pandemia pone en cuestionamiento cualquier concepto de desarrollo económico…” E inmediatamente se desmarca insistiendo que no quiere discutir sobre la economía naranja [para no ganarse otra regañada del Ministro], y que qué bueno que se acerquen las instituciones a un sector que ha estado demasiado abandonado.

Vuelve a la autopregunta-comodín de reimaginarse-el-museo-del-futuro. Aduce que, y en esto tiene razón, hasta el no creyente debe imaginar nuevas dinámicas.

Dice que “ya no se va a poder pensar en la megaexpo…o… bueno, sí se va a poder…” [no concluye].

Ministro se queda sin internet.

*Falta de inversión en infraestructura para el conocimiento.

Moderadora le invoca, pero nada.

Vuelve a Catalina Valencia. Le pregunta por la importancia de que sean las instituciones las que se acerquen a la ciudadanía, ¿cómo se replantea ese concepto de institución a futuro y qué nuevos modelos de trabajo se van a establecer?

Valencia responde que es la oportunidad de resolver problemas. Construir diálogos asertivos. Recuerda la aspiración del mandato actual de proponer un nuevo contrato social para la ciudad. Atender al hecho de que el sector ha cambiado, que las jerarquías y las relaciones se han modificado. Repite que se deben modificar las relaciones con el territorio.

Enumera varios trazadores fundamentales de política cultural de su gobierno: inclusión de mujeres y jóvenes, potenciar la producción, la creación y la inserción laboral.

Wills retoma la palabra. Ensaya la que es la perla de esta charla: su alegoría del distanciamiento social entre humanos y la prohibición-grito imperante en el Museo Botero de ¡no acercarse a las obras!

*Risas.

Vuelve a mencionar el tropo de la recuperación de la confianza [no concluye].

Preguntas del público.

Una pregunta, para Ministro sobre el hedor comercial de su economía naranja. Éste argumenta que a la economía naranja le pueden decir como quieran, pero que es buena. Y añade que si-la-gente-no-repite-a-pie-juntillas-lo-que-yo-digo-fue-que-no-me-pusieron-atención.

Mágicamente, se le cae y se le cae y se le cae el internet.

Antes de terminar, Moderadora vuelve a la pregunta que todo el mundo se está haciendo: si ese webinar fue convocado por ArtBo, si Moderadora pareciera que trabaja con ArtBo, si pareciera que Moderadora aún está al frente del cargo: ¿qué harán desde su feria en medio de la crisis? Respuesta: volver a recordarle a la gente que ahora la Cámara de Comercio tiene oficina virtual.

Y que “van a implementar plataformas para el arte, la moda, el sector gastronómico (¿gastronomía virtual? ¿sabores en A.I.?), para poner a circular contenidos.

Pide a la gente que permanezca atenta a sus anuncios sobre esa plataforma

“y a todos los contenidos que estamos preparando desde la CCB. Buenas noches.”

Conclusiones:

Ministro naranja: necesita un mejor internet.

Catalina Valencia: parece estar dirigiendo los esfuerzos de la dependencia a su cargo para fortalecer los vínculos con la comunidad artística de Bogotá, y a partir de allí cualificar su gestión.

María Willls: todas las mañanas se levanta triste.

Moderadora: Zzz.

Guillermo Vanegas
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