Debo decir que cuando leí las palabras «asesinato» y «moral» en varios de los recientes posicionamientos del Ministro de las Culturas, Juan David Correa Ulloa, quedé de piedra (pómez). Para superar mi asombro busqué quién más había hecho esa fea mezcla y encontré pocos casos. Uno del propio Ministro, que comentaré al final de este texto, y otro de un diplomático ultracatólico polaco que se lagarteó en su momento un paseíto por el Chile de Pinochet para defenderle la dictadura. Se trataba, y el nombre es verdad, del Conde Hans von Huyn, quien en su deposición —en varios sentidos—, titulada «Chile o la anatomía de una campaña de asesinato moral», prorrumpía en lindezas tipo:
1.- «No, Chile no sufre bajo una dictadura totalitaria. No existe una pretensión totalitaria del Estado o de un partido como en la Alemania nacionalsocialista, o en la Italia fascista o en los Estados socialistas que aún existen en la actualidad», (1)
2.- «El Presidente [sic] Pinochet nos sale al encuentro: no es un dictador sanguinario, sino un patriarca, cuyas preocupaciones están dedicadas a su país. Viste una liviana camisa deportiva. Su esposa y sus hijas están con él […] Para el almuerzo, él personalmente ha seleccionado dos vinos extraordinariamente finos»,
3.- «La preocupación de Pinochet, que no expresa en palabras, gira en torno a la transición a una democracia que funcione y que no vuelva a caer en manos de los viejos políticos. […] Ante todo, y esto naturalmente se debe destacar, cada chileno tiene el derecho y la libertad de abandonar su país en el momento que desee…»
Lo que más llamó mi atención fue la cita que se atribuye de pasada al padre espiritual del neoliberalismo. Huyn: «con toda razón, el portador del Premio Nobel [de economía], Friedrich August von Hayek, habla de un “asesinato moral internacional” [frente a la “doble moral e hipocresía internacional” que percibía frente al régimen de Chile]».
Por todo ello me negaba a pensar que el ministro de cultura del gobierno del cambio, un funcionario que ha dado la pelea en espinosos asuntos como la manipulación del relato histórico por parte de los promotores del paramilitarismo, que ha puesto el pecho para lograr que el sombrero de un líder político, exguerrillero y presidenciable asesinado, sea reconocido como bien de interés cultural, hubiera tenido una salida tan desafortunada.
Me explico:
Juan David Correa Ulloa, era chévre (con quien quería y cuando le convenía). Incluso subía cositas a redes si le hacían favores. Por ejemplo, el 2 de agosto de 2023, puso en twitter que Gustavo lo nombró para dirigir la comedia de enredos que es la gestión del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes tras la defenestración de Patricia Ariza desde ese mismo puesto. El hombre sabe lo que´s lahumildá:
Ya posesionado, se dedicó a explicarnos el funcionamiento de ciertas cosas: cómo se podría salvar el patrimonio del Galeón San José, de qué manera se debía resolver la repatriación del Tesoro Quimbaya, por qué la Fundación Arteria de pronto debía mediosoltar alguna de las entraditas a las que se había medioacostumbrado.(2) Un valiente. Que llegó a hacer concesiones de prensa dando declaraciones genéricas para eventicos de feria —rezando del aburrimiento—:
El problema ahora es su reacción contra un titular («La dilatada entrega de estímulos del ministro Correa: un relato kafkiano del Programa Nacional de Estímulos 2024 y una utopía posible»), el regaño subsecuente, el cambio del titular después de ese regaño («La dilatada entrega de estímulos del Ministerio de Cultura: un relato kafkiano del Programa Nacional de Estímulos 2024 y una utopía posible») y la ya mencionada y desproporcionada expresión («asesinato moral»).
El titular tiene que ver con la pasada a limpio del desorden que notamos los miembros del sector creativo por parte del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, en el artículo inicialmente titulado «La dilatada entrega de estímulos del ministro Correa: un relato kafkiano del Programa Nacional de Estímulos 2024 y una utopía posible», firmado por Giussepe Ramírez y publicado en 070. Haciendo eco de las denuncias que industrias culturales, pequeñas empresas e iniciativas individuales hemos venido formulando en reuniones donde funcionarios del Ministerio de Correa hacen como que escuchan, asambleas de organizaciones agobiadas por los tiempos de ejecución de los estímulos del Ministerio a cargo de Correa y publicaciones de redes sociales —que los funcionarios del Ministerio donde trabaja Correa hacen como si las leyeran—, muchos de nosotros leímos la nota y sentimos alivio.
«Al fin alguien explicó por qué “ganarse” una beca con el Ministerio es una desgracia», dijimos. Pues pensábamos que la cuestión era un reclamo justo. Sólo que, al parecer, a Correa le dolió que desde el principio le dispararan por el lado pasivo-agresivo que más le duele, su faceta de editor:
«El ministro de Cultura, Juan David Correa, ha presumido de que su experiencia periodística y editorial ha guiado su gestión en el Ministerio para no dilatar entregas. Los fallos técnicos y el retardo en la publicación de resultados del Programa Nacional de Estímulos lo desmienten: expusieron la falta de planificación y respuestas oportunas ante los problemas operativos que alteraron el curso de las convocatorias.»
A partir de ahí, explicaba el periodista que los fondos concursables «constituyen el mecanismo más importante de transferencia de recursos y democratización de la cultura en el país hasta la fecha», añadiendo que el Ministerio de Correa estaba haciendo una pésima tarea. En comparación con la interinidad pasada, en la cartera a nombre de Correa funcionarios sin nombre se habían comportado como los malos editores: dedicándose a leer a medias. Según Ramírez, «el Ministerio de Cultura tardó prácticamente seis meses en evaluar gran parte —no la totalidad— de la convocatoria del PNE 2024». Adicionalmente, desde el Ministerio cuyos principales eventos preside Correa, no se contempló «una extensión en la fecha máxima de ejecución de las propuestas».
De manera tal vez demasiado gráfica —como Correa es editor, yo habría optado por las tijeras punta roma—, Ramírez recordaba la necesidad de la defensa propia a quienes trabajamos en el sector cultural: «hace falta pugnacidad: un cuchillo entre los dientes». Con ello quería insistir en que, por más que adujera lo contrario, la gestión de esa cartera ha sido floja, tardía, lerda: «la lentitud en la publicación de los resultados del PNE lo desmiente; en dicha coyuntura [Correa] no fue decidido ni audaz. Más bien todo lo contrario.»
Esta situación se agravaba al no coincidir propaganda y proactividad. A través de distintos canales, el Ministerio de donde Correa devenga su salario ha mostrado interés en ampliar la base de personas que apliquen a las convocatorias. Sin embargo, la paradoja es que a pesar de pasársela vendiendo inclusión-y-apertura, su despacho descuidó la inclusión-y-apertura de concursos más ambiciosos de jurados, para contar con un número suficiente de personal administrativo «que garantizara la publicación de resultados en tiempos apropiados». Además, el despropósito se extendía hasta llegar al punto de que «dentro del manual del PNE no se estipuló una fecha de publicación de resultados.»
Para entidades artísticas y artistas humanos que programan sus vidas para poder vivirlas, ha venido resultando muy agresivo (y triste), comunicarse con el ministerio, preguntar por la situación y ser atendidos por funcionarios que, como los editores vagos, sólo aplican microdosis de «yo te llamo…» [puño en la oreja, dedos pulgar y meñique levantados]. Ramírez:
«ni el ministro Juan David Correa ni algún otro funcionario del Ministerio se manifestó públicamente ante la crisis para dar tranquilidad a los artistas y gestores culturales. No hubo liderazgo de ningún tipo. Lo que en teoría era un programa diseñado para democratizar los recursos culturales del país, se desdibujó en esos días, proyectando desconfianza en el proceso. De alguna manera, esto reafirmó lo subestimado que se encuentra el campo cultural.»
Como conclusión, «la forma en que el ministro Correa enfrentó la crisis demostró incapacidad para atender los reclamos de los artistas y gestores culturales, y […] al menos en esta coyuntura, desatendió los síntomas cuya revisión podría brindar horizontes y reformas hacia el futuro.»
El regaño. Poco después de que este artículo nos diera esperanza, Juan David Correa se pronunció desde su tribuna de agradecimientos. Con ello demostró estar un poquito emputecido y que lo suyo con quienes cuestionen cualquier cosa que deje de hacer, haga de mala gana o haga pésimamente el Ministerio a su cargo, serán las relaciones señoriales.
En una escalofriante adaptación a dialecto progre del afamadísimo lema uribista «¡usténosa´equiénsoyo!», el literato uniandino, exdirector del Grupo Planeta, experiodista cultural en El Espectador, exeditor y exdirector de la revista cultural Arcadia, editor de la autobiografía de Gustavo, «Una vida, muchas vidas», de la de la senadora María José Pizarro, «Camino hacia mi nombre» y de la del ministro Juan Fernando Cristo, «Cartas a mi padre», salió con un destemplado «¿¡alobien!?», en forma de perla de las relaciones humanas:
Este post revela un problema de varias capas (de ego):
1.- Correa lee medios alternativos.
2.- Correa tiene una idea elevadísima de sí mismo.
3.- Esa maña le viene de antes: véase la entrevista que concedió a Patricia Pardo, en el programa «Entre-Vistas con Alma de País hoy: Juan David Correa, Ministro de las Culturas […]», y su respuesta ante la pregunta que ella le hiciera en el minuto 1:11 (¿cuál podría ser el mejor título para escribir un libro de la historia reciente colombiana?): «“Casi nunca es tarde”, que es mi segunda novela. No porque sea un título mío sino porque creo que este momento representa eso […] Perdón el autobombo, pero un buen título sería: “Casi nunca es tarde”…»
Comprelo aquí.
4.- Correa inventa exóticos delirios de grandeza. Por ejemplo: asumir como acusación directa cualquier mención a su rol como empleado mío y de quienes pagamos impuestos en el territorio donde tiene injerencia la gestión del Ministerio que Gustavo puso a su cargo.
5.- A la gente hay que creerle: Correa jamás ha utilizado el nombre de ningún ser humano para referirse a su gestión en ningún medio periodístico del cosmos.
La modificación del titular. Que tome la palabra el censurado 070:
La expresión desproporcionada. Apenas terminé de leer y redifundir el artículo original, lo descargué en PDF. Tenía el presentimiento de que o no iba a durar o alguien iba a saltar, porque:
1.- Correa lee medios alternativos.
2.- Correa tiene una elevadísima idea de sí mismo.
3.- Correa usó la expresión «asesinato moral»
4.- La expresión «asesinato moral» es aterradora.
Esto último me causó gran impresión. «¿Por qué el Ministro de las Artes, las Culturas y los Saberes emplea una retórica tan cercana a la de cloacas tipo Revista Semana o Blu Radio?» «¿Cómo conjuga el verbo “individualizar” en el contexto de la economía política colombiana? ¿desde el tomberil espiar-por-redes-para-perseguir o desde el meritocrático obtener-reconocimiento-por-el-cargo-que-se-desempeña?» «¿Qué mosca anti recibir-crítica-en-público le habrá picado?» «¿De qué manera accede a, y quién lo estará acompañando cuando lee, noticias donde se le menciona?» «¿Por qué le provoca una erisipela tan aguda saber que hay personas que pensamos en él cuando trabaja, pero sobre todo, cuando no?»
Todas estas dudas se vieron confirmadas luego de recibir pantallazos repetidos por parte de personas amigas donde aparecía otra respuesta suya respecto al desmadre de las becas del Ministerio con el que no quiere ver su apellido relacionado:
Yo también estoy de acuerdo: he ahí una escalada de rabia. Y quedo más preocupado: porque significa la puesta en marcha de una serie de órdenes taxativas lanzadas desde un despacho dirigido por un hombre capaz de «un carácter disruptivo que se nota en sus publicaciones», hacia una comunidad que merece muchísimo más respeto de su parte. No sobra recordárselo para que, de pronto, abandone esa rigurosa autoconvicción de que hacemos señalamientos ad hominem cuando nos quejamos sobre la forma en que lo hace desde el puesto a su cargo.
Además, resulta extraña la manera en que pasa al ataque midiéndonos como lectores estúpidos. Correa nos imagina tan, tan, tan, pero tan brutos que somos incapaces de leer un titular sin pensar «en la perversidad de un apellido capaz de dañar a todo un sector». En su versión Un mundo feliz del uso del patronímico, los cargos públicos vienen y van: nadie ha de ser relacionado nunca con el puesto criticado, porque todo tipo de gestión que se haga desde la oficina donde figura el nombre de nadie, corresponderá a nadie.
Otra onerosa red flag. Feo que Correa interprete el neoliberalismo según la cara del paciente: cuando le tocó responder a la Fundación Arteria en WRadio por la administración del gasto en el Museo Nacional (véase nota 2), mencionó las consecuencias de la reducción del tamaño del Estado y la tercerización de sus funciones; pero ahora que le comentan que el Ministerio donde está posesionado tiene un macrobollo con la asignación de sus becas (las del ministerio, pues hasta ahora no se han inventado las becas JuanDa), le bote la pelota a un medio que dejó de promover la crítica de arte en Colombia «hace muchos años».
Pareciera que Correa dejó de leer ciertos medios alternativos «hace muchos años».
Termino volviendo a la maluca expresión y su uso en el léxico correano. Temeroso de encontrar más amonestaciones contra medios alternativos que el hombre sí lee, hallé esto:
En él percibí un talante reflexivo respecto al análisis del trabajo de oposición política que se han encargado de forjar colegas suyos escorados hacia la defensa del paramilitarismo (me refiero a las cloacas arriba mencionadas). Daba lugar para que pensemos en la estrategia de construir modelos de realidad cercanos al infierno que la derecha nativa quiere que nunca podamos superar: redacción y difusión masiva de acusaciones sin fundamento, fabricación de mentiras como unidad de medida, apelación al pavor como mecanismo de convicción electoral, inducción a los votos de pobreza para quejarnos jamás de quienes se enriquecen con nuestra miseria. Leyéndolo pensé en tantos medios encargados de homogeneizar la información para que no reconozcamos a nuestros enemigos de clase. El Correa de este post me gusta. Ojalá se posesione (del Correa bravo) y, por ejemplo, no se entere que funcionarios del Grupo de Artes Plásticas y Visuales se están ganando becas de su mismo Ministerio:
Notas:
1.- Véase: Von Huyn, H. (2019). Chile o la anatomía de una campaña de asesinato moral. Política. Revista De Ciencia Política, PP. 135–142. Recuperado a partir de https://revistapolitica.uchile.cl/index.php/RP/article/view/55698. Todos los exabruptos provienen de ese medio (de propaganda).
2.- Breve contexto sobre un desastre que se hizo público cuando William López Rosas, renunciaba a su cargo como director del Museo Nacional en carta firmada el 21 de marzo: mientras tratábamos de entender la noticia, muchos recordamos que en esa entidad se aplica el retiro expedito a directores no provenientes de los más prestantes think-tanks colombianos (traducción: las 200 familias más ricas del país). Por ejemplo, Daniel Castro, apreciable funcionario que nadie sabe por qué le creyó al ministro de cultura del último mandato de Uribe Vélez, Manteco Felipe Buitrago, para dejar la coordinación de la Quinta de Bolívar, aceptar la del Museo, ser sistemáticamente humillado y, finalmente, expulsado.
Ante el silencio del Ministerio, la avalancha de comentarios crecía y poco a poco le iba dando una justa medida al nivel de caos en que se encontraba el despacho de Correa: memes internos porque presuntos funcionarios presuntamente trabajaban sin presuntos contratos, hermosas caricaturas 1 y hermosas caricaturas 2, gente haciendo arte postmoderno. Desde reemplaz0 preguntamos a Correa qué estaba pasando. No nos vio. Ante la tragedia de relaciones públicas, su despacho se hizo con la narrativa diez días después vía comunicado de prensa donde indicaba que todo-era-parte-del-plan. ¡Aparecieron las llaves!: según el periódico El Espectador, la ira se desató luego de que López le dijera a la entidad que había manejado los dineros del Museo durante tres décadas y media (la Fundación de Amigos del ibíd), que todo bien. Al parecer, ellos no entendieron y ya no eran tan amigos. Correa dijo después que sólo estaban excediditos por el volúmen de trabajo que debieron empezar a adelantar durante este gobierno. Mientras, quienes vivimos de analizar imágenes, nos deleitábamos con la ilustración que acompañaba el artículo. Una perfecta definición de esa enormísima zona gris que es el manejo de dineros del Estado por parte de privados dentro de entidades del Estado, para cobrarle comisiones al Estado:
Finalmente, se vendió en ronda de medios (el cinco de abril, prensa, el ocho, radio), la versión de que a William López lo zafaron por no haber aprendido Excel. Los de Arteria, por supuesto, no aceptaron.
Webgrafía
@calderon.y.pineros (4 de septiembre de 2024). art stage OSAKA 2024 🗓️Sep 21 – 23 📍Osaka International Convention Center An International Exhibition Connecting the World Through Images. https://www.instagram.com/reel/C_dJFPZp18p/?utm_source=ig_web_copy_link
Canal Presidencia de la República-Colombia. (4 de diciembre de 2023). Entre-Vistas con Alma de País hoy: Juan David Correa, Ministro de las Culturas […]. [Archivo de Vídeo]. https://youtu.be/mzBJKGQuCLU?t=71
Correa, J. [@jdcorreau]. (31 de agosto de 2024). ¿De verdad @cerosetenta @Ceper_Uniandes son «mis estímulos»? [Tweet]. https://x.com/jdcorreau/status/1829967876771750040
__________. Correa, J. [@jdcorreau]. (31 de agosto de 2024). El asesinato moral como práctica del peor periodismo colombiano ha sido la forma predominante para contestar a @petrogustavo [Tweet]. https://x.com/jdcorreau/status/1721375268432945183
Externo, A. (5 de abril de 2024) Sobre la crisis en la dirección del Museo Nacional. Reemplaz0. Disponible en: https://reemplaz0.org/sobre-la-crisis-en-la-direccion-del-museo-nacional/
La Diligencia ( S. f.). Juan David Correa. Casi nunca es tarde. Disponible en: https://ladiligencialibros.com/producto/casi-nunca-es-tarde/
Navarro, I. (2 de abril de 2024) Sobre la crisis en la dirección del Museo Nacional de Colombia. Reemplaz0. Disponible en: https://reemplaz0.org/sobre-la-crisis-en-la-direccion-del-museo-nacional-de-colombia/
________. (8 de abril de 2024) Sobre la crisis en la dirección del Museo Nacional. Reemplaz0. Disponible en: https://reemplaz0.org/sobre-la-crisis-en-la-direccion-del-museo-nacional-2/
Ramírez, G. (31 de agosto de 2024). La dilatada entrega de estímulos del Ministerio de Cultura: un relato kafkiano del Programa Nacional de Estímulos 2024 y una utopía posible. 070. Disponible en: https://cerosetenta.uniandes.edu.co/dilatada-entrega-estimulos-ministro-correa-relato-kafkiano-programa-nacional-estimulos-2024-utopia-posible/
Redacción Cultura. (5 de abril de 2024). Mincultura pide disculpas frente al proceso licitatorio del Museo Nacional. El Espectador. https://www.elespectador.com/el-magazin-cultural/minculturas-pide-disculpas-frente-al-proceso-licitatorio-del-museo-nacional-noticias-hoy/
Redacción W Radio Colombia. (8 de abril de 2024). «Asumo el error»: MinCultura responde a Fundación Arteria sobre revocatoria de contrato. https://www.wradio.com.co/2024/04/09/asumo-el-error-mincultura-responde-a-fundacion-arteria-sobre-revocatoria-de-contrato/
Sarmiento, C. (1 de abril de 2024). Hoy dependemos de estar tercerizando el Museo y la Biblioteca Nacional: MinCultura. Wradio. https://www.wradio.com.co/2024/04/01/hoy-dependemos-de-estar-tercerizando-el-museo-y-la-biblioteca-nacional-mincultura/
Sin Firma. (7 de abril de 2024). Minculturas se disculpa con la Fundación Arteria pero insiste con reapertura de licitación y omite en un comunicado que recibió observaciones extemporáneas. Periódico Arteria. https://www.periodicoarteria.com/minculturas-disculpa-fundación-arteria-museo-nacional
Sin firma. (agosto 2 de 2023). Quién es quién. Juan David Correa Ulloa. La Silla Vacía. https://www.lasillavacia.com/quien-es-quien/juan-david-correa-ulloa/
Vanegas, G. (31 de marzo de 2024). Crisis en la Dirección del Museo Nacional de Colombia. Reemplaz0. Disponible en: https://reemplaz0.org/crisis-en-la-direccion-del-museo-nacional-de-colombia/
__________. (11 de mayo de 2024). Informe reunión Portafolio de Estímulos 2024. Reemplaz0. Disponible en: https://reemplaz0.org/informe-reunion-portafolio-de-estimulos-2024/
__________. (31 de marzo de 2024). Crisis en la Dirección del Museo Nacional de Colombia 2. Reemplaz0. Disponible en: https://reemplaz0.org/crisis-en-la-direccion-del-museo-nacional-de-colombia-2/
Von Huyn, H. (2019, originalmente, 1988). Chile o la anatomía de una campaña de asesinato moral. Política. Revista De Ciencia Política, PP. 135–142. Recuperado a partir de https://revistapolitica.uchile.cl/index.php/RP/article/view/55698Disponible en: https://revistapolitica.uchile.cl/index.php/RP/article/view/55698/58632
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