Iberomordaza

 

Tres niveles de instrumentalización de la cultura desde un enfoque de extrema derecha en la  historia política colombiana reciente:

1.- A partir de las movilizaciones de 2019 la agresión contra autores de acciones visuales públicas se dio a conocer, con la Masacre de Bogotá se normalizó y en el Paro Nacional obtuvo respaldo de cortes y cuerpos policiales.

2.-El gobierno de quienes votaron para que Colombia fuera sede mundial del exterminio y desaparición de líderes sociales, aprobó el Proyecto de Ley 266 de 2021. Adefesio que instala el paramilitarismo en todo hogar colombiano y judicializa cualquier manifestación (no uribista) en espacio público.

3.- Este 18 y 19 de febrero un grupete de amantes de la narcodemocracia cayó en Bogotá para improvisar el I Encuentro Regional Foro de Madrid. Hasta el momento de su planchazo  sabanero lo único que se sabía de esta secta era que se mandaban carticas entre ellos.

 

Sin embargo, o mejor, por lo mismo, se dedicaron a hacer un tipo particular de bulla que consideraron necesaria para difundir su odio hacia toda idea de cambio. Con ello finalizaron, además, su salida del closet como influencers del alicaído y, por lo mismo, híperpeligroso fanatismo uribista desde la derecha española.

La organización encargada de esa aburrida fiesta reaccionaria estuvo bajo el mando de la Fundación Disenso, recocha con la que se quiere responder a las manifestaciones sociales que se han venido desarrollando a lo largo del subcontinente latinoamericano. La única idea de este ente, es ofrecer una débil alternativa a los desastrosos políticos de extrema derecha en este territorio. Para lo que eleva las banderas de una guerra fría que no sabe concluida, un concepto flojito («iberosfera») y mencionar cada dos segundos a dos asociaciones de carácter interregional (Foro de São Paulo, Grupo de Puebla), fin.

Entonces, además de convocar (mal) a (pocos) uribistas en sesiones narcolépticas, el roto se atribuye una comedia de política-ficción que vale la pena desentrañar (para saber lo que le corre pierna arriba a Colombia de elegir al  que diga María Fernanda ParaCabal).

La pieza de casi 24 minutos empieza —en el mejor estilo de los fans de la motosierra— a quemarropa: una mujer con acento cubano invoca a Fidel Castro. Siguen los créditos, que apelan al condicionamiento operante goebbelsiano; es decir, título predecible: «Desenmascarando al Foro de Sao Paulo. Una amenaza para la libertad en la Iberosfera».

Inmediatamente se estereotipa una conspiración en contra de la democracia corporativa que ha puesto en el poder al reguero de vagos que salen ahí. De hecho, la cosa avanza sin mayores problemas, matizada por apariciones desternillantes como la del que se cree hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro (recordado por criminalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo y defender el porte legal de armas en ese país) o Santiago Abascal (una Paloma Valencia con barba). Emocionante. O aterrador.

Y la cosa continúa: alguien imita la voz del reciente Premio Nobel peruano y complementa: «dentro del intento de la izquierda por controlar la zona hay dos variantes […] la venezolana [lo dice en serio, GV] y la brasileña».

O Bolsonaro Jr. describiendo, de hecho, el programa de gobierno de su padre y quienes participan en Fundación Disenso: ellos «siempre hablan que quieren traer a una sociedad la igualdad y cuando todos están pobres… sólo ellos quieren ser [sic] bien…»

Inmediatamente después se recuperan noticias de medios tan reputados como (¿)Infobae(?),  (¿¿)Libertad digital(??), (¿¿¿) La gaceta de la iberosfera(???) o (¿¿¿¿)La Voz(????)

Ahora bien, lo interesante aquí es ver cómo se pasa de una narrativa cloacoide a hablar de políticas culturales. Por supuesto, desde una mirada melodrámática donde toda referencia a la construcción de pensamiento crítico termine convertida en amenaza contra la existencia del planeta entero.

Como debe ser, se empieza con una intelectual. Zoé Valdez, escritora que en medio de su delirio castrista desliza una importante aseveración:

«el gran experimento del comunismo con la clase media [se hizo] desde el punto de vista de las ideas, porque,  en economía, lo principal son las ideas, la creatividad de esas ideas. Es lo principal que ellos quieren destruir… lo primero que te quita el comunismo, lo primero que te agarra el comunismo así [gesto de zarpita] como una garra tremenda, es el alma… el espíritu…»

Para continuar con un giro de guión que más parece giro del destino (de todas las soberanías nacionales latinoamericanas) en HD: «y lo hacen primero con los niños.»

 

 

Y empieza la fiesta. Minuto 8:37. Musiquita conspiranoica. Planos de fotocollages dedicados a Gramsci. Voz en off:

«el foro está basado sobre [sic] las ideas de Antonio Gramsci […] que es el fundador del Partido Comunista Taliano [sic] en los años venta [sic]… veinte. Se dio cuenta que lo que había [sic] prometido Marx y Engels no funcionaba. Que el proletariado no era una buena base porque el proletariado creía en dios, creía en la religión, creía en el Estado-nación, era patriótico y creía en el sistema capitalista.»

Es decir, el proletariado estaba jodido. Sigue triple salto mortal lógico:

«Entonces, Gramsci se da cuenta que el cambio tiene que venir a través de la cultura… Y el Foro de Sao Paulo se da cuenta de eso, que tiene que cambiar la cultura. Es un marxismo cultural, pero por razones prácticas…»

Paso a BolsoJr.:

«Entonces, qué empezaron a hacer estes [sic] seguidores de Gramsci. A poner en las universidades profesores que estaban ensenando [sic] el marxismo, comunismo de manera suave. Para que ahí [sic] saliesen jueces, políticos, sindicalistas. A todo punto donde saliera un profesional para trabajar, Gramsci decía que ahí estaría un agente transformador de la sociedad…»

Luego, hay una parte dedicada a repetir las acusaciones de siempre contra Internet como lugar de la debacle cultural universal:

Valdez: 

«ha sido una herramienta al servicio del comunismo porque internet ha puesto al mismo nivel a gente muy estúpida, muy imbécil, con sabios […] poniéndolos al nivel de estos agentes de la estupidez y de la embriaguez ideológica»,

BolsoJr.: 

«¿sabés quién tiene cuenta en Istagra [sic], en Facebook? ¡Maduro!»,

 

Mimic de Vargas Llosa:

«Es verdad que hay un impacto muy fuerte del Internet. Entonces eso hace que las algaradas sean más espontáneas… había un tráfico muy fuerte cuando hubo los disturbios en Chile y hay un tráfico muy fuerte cuando ha habido disturbios en Perú. La gran pregunta es ¿hay o no una mano funesta, una mano torva [gesto de zarpita] detrás de estos disturbios que se están dando en varios países latinoamericanos?… ¿hay un titiriteo?»

 

Después el videíto se pierde en atacar al enemigo natural de Ploma Valencia barbada. Nada qué decir. Sólo la parte donde Chávez dice que quería lanzarse como candidato en las eleciones de España. Sabroso.

Pero, como el dueño del letrero es la Ploma Valencia española, le toca rematar escupiendo extrañamente a sus jefes en la cara: «Y por tanto tenemos que hacerlo contra las multinacionales del crimen organizado que son las que están detrás de todo esto…»

Raro. Muy. Sobre todo porque la alianza narcotráfico-empresas políticas iberosféricas, ha sido una condición estructural del andamiaje del sistema administrativo que han venido operando desde hace, por lo menos, cuarenta años. ¿Qué le dirán « las multinacionales del crimen organizado» a esa Ploma Valencia española deslenguada?

Volviendo a la cosa de Bogotá. Allí hablaron el desaparecedor Coronel retirado Alfonso Plazas Vega, la Ploma Valencia de verdad, María Fernanda ParaCabal y el expresidiario Álvaro Uribe Vélez. Pero más que analizar el performance que ya nos sabemos, pensé que estaba mejor meterle mano al «documental»sito éste. Apenas para los veintiún días que faltan para elecciones.

 

 

Fundación Disenso

Desenmascarando al Foro de Sao Paulo. Una amenaza para la libertad en la Iberosfera

29 de octubre, 2021

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Guillermo Vanegas
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