#CovidM19

 

¡Ahora mismo! ¡Aquí mismo! Registro de la conversación entre Jorge Sarmiento y el CEO de Reemplaz0, Guillermo Vanegas


Esta acción artística de resistencia que principalmente se puede encontrar siguiendo el hashtag #CovidM19 en Instagram (red social en cuya politización me interesa aportar), básicamente consistió en salir reiteradamente a participar en manifestaciones callejeras que se dieron a lo largo del periodo de cuarentena (17 veces en total, entre el 21 de junio y el 14 de septiembre) portando una subversión de la bandera del M-19 con su nomenclatura cambiada por el mensaje: «parásitos… gusanos? espere COVID-19». Tal travesía fué registrada espontáneamente de manera amplia y difundida a lo largo de las redes sociales, encontrándose así más de 70 fotografías publicadas por terceros en sus perfiles, principalmente reporteros y fotógrafos del contexto propio de las protestas. Llegando eventualmente a aparecer en grandes medios como El Espectador, La W, CityTV, Testigo Directo, Ruptly, DW e incluso en un tweet de la alcaldesa Claudia López.

Como anticipando la incursión del virus y sus consecuencias sociopolíticas, esa inscripción en tal bandera: “parásitos… gusanos? espere COVID-19”, inicialmente fué inspirada en la visión de algunos teóricos que muy tempranamente llegaron a sustentar una perspectiva optimista en medio de una tragedia como la pandemia, en tanto a que históricamente después de periodos críticos de represión gubernamental como las presentes medidas de cuarentena, de manera subsecuente han surgido en sentido contrario, fuerzas civiles de resistencia e incluso emancipatorias, desarrollándose procesos sociales reivindicativos de derechos vulnerados con la excusa de semejantes contingencias, avanzando de hecho, en luchas por derechos adicionales cuya falta se hace más evidente en épocas como esta cuando se agudizan aún más las diversas necesidades, injusticias, abusos de poder e inequidades.

Tanto así que, para no ir lejos con ejemplos en otras épocas y contextos ajenos, hoy podemos mencionar cómo se han posicionado durante este periodo en Colombia, causas como: la matrícula cero, el internet gratis, la renta universal o la reestructuración de la policía.

Así mismo, recuerdo que mientras marchaba fuí escuchando algunas voces presagiando ya más propiamente un Estallido Social que aunque se fué dando en otros países, aquí parecía estar lejos de ocurrir. Más sin embargo se dió con los hechos del 9S y 10S, en una magnitud inesperada incluso para mí, que estuve haciendo alusión a tal posibilidad, durante el transcurso de tres meses de manifestaciones.

Paralelamente también se presentaron durante el desarrollo del proyecto ciertas correspondencias históricas que enriquecen una lectura en el tiempo presente y su apreciación contextual. Comenzando con que precisamente en este 2020 se cumplen 50 años de las elecciones presidenciales fraudulentas del 19 de abril de 1970, las que propiamente le dieron el nombre al M-19, coincidiendo con las denuncias actuales de fraude en los comicios que ganó Iván Duque y en detrimento de las posibilidades de representación democrática para alguien como Gustavo Petro, quien precisamente llega a este punto tras las filas del M-19.

Por su parte, Duque como un intento de mejorar su imagen pública en el marco de las conmemoraciones de la independencia de Colombia, invocando a Simón Bolívar en su natalicio del 24 de julio; sacó este año de las bóvedas del Banco de La República su espada (lugar donde había permanecido desde que fué entregada por el M-19 tras habérsela apropiado), para trasladarla a la Casa de Nariño, justificando en el discurso de este acto que es: “la casa de todos los colombianos”.

Por su parte la alcaldesa Claudia López, como reforzando señalamientos contra Gustavo Petro, dijo textualmente sobre los pasados 9 y 10 de septiembre, cuando en medio de las protestas se incineraron más de 50 CAIs, 72 civiles fueron heridos por armas de fuego y 14 asesinados: “es lo más grave que ha ocurrido en Bogotá desde la toma al palacio de justicia.” Suceso reivindicado por el M-19 y cuya retoma fué la causante del incendio de tal sede institucional con todo y su acerbo.

Ya para concluir, junto con estas causalidades históricas, también podría agregar que retrospectivamente como ejemplo que cierta dinámica entre actos de descontento, protestas y derechos, aquí tiene un lugar significativo en el proceso de conversión en partido político del M-19 que terminó en la Constitución de 1991. Por la cual justamente están vigentes aquellos derechos básicos que en primer lugar sentí tan vulnerados debido a las medidas de cuarentena y por lo que con tal carácter de emergencia, me delegué a practicarlos, sintiendo aquella consigna que advierte: “derecho que no se ejerce, se pierde”. Entre otros especialmente relevantes en todo esto, el derecho a la libre locomoción, al espacio público, a la libre asociación y principalmente a la protesta; no en vano se dice que de este derecho, dependen todos los demás.

 

Jorge Sarmiento.
Bogotá, 5 de noviembre de 2020.

Fotografía: @alexasinomas

Jorge Sarmiento
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