Como en el poema de Friedrich Niemöller, alemán comandante de submarino, pastor y pro-guerra-nacionalista de Ho Chi-Minh (“ahora vienen por mi, pero es demasiado tarde”), la censura se acercó peligrosamente a la redacción de Reemplaz0.
Tras una tenebrosa forma de sensibilización en forma de colega de trabajo soplón, se decidió abrir un espacio para ventilar aquellos eventos y circunstancias en que un artista, crítico, promotor, docente de artes o persona afín con la práctica visual, se considere objeto de censura.
El procedimiento que se propone es el siguiente:
-Usted se siente censurado.
-Documenta el acto de censura. Aquí es recomendable ubicar a personas reales del universo real, pues parte del trabajo de Reemplaz0 será el de contactarlas para preguntarles si efectivamente les encanta descriteriar a sus semejantes.
-Redacta y envía una comunicación a maildereemplazo@gmail.com.
-Conversamos el modo de redacción y presentación de la porquería sufrida.
La idea es la de añadir renglones a la indetenible historia de la censura que tanto hace en nuestro país, que cada vez se presenta con mayor descaro y que, incluso, se ha impuesto con poderoso ahínco en el campo de las artes visuales.
Así mismo, se intenta restarle fuerza a la modalidad de autocensura. Pues, además de que en este foro se la ve con sospecha (sobre todo, por oportunista), no gusta por terminar reforzando a los agentes del daño.
“Amigo, si te autocensuras, censuras.” Una campaña Reemplaz0.
Del mismo modo reeditamos el texto “Disparen sobre el crítico”, publicado por Lucas Ospina en la revista impresa arcadia y luego en el site esferapublica, antes de salir expulsado del medio a análogo ipso facto (como si hubiera sido censurado o algo.) Veamos:
lucas no fue expulsado, renunció. de pronto habría que aprender a censurar(se) estás afirmaciones medio falsas y medio ciertas que son tan nocivas.
En efecto, de Arcadia no salí expulsado, al contrario, fui yo el que le pedí al editor mi salida para darme un descanso de una tarea más, la de escribir, que en el momento, por ocupaciones varias y variadas, no puedo cumplir con la misma regularidad de antes. El blog en La Silla Vacía también anda sin entradas desde hace un tiempo largo y la última que hice, por cierto, fue un texto largo sobre el despido de una persona que criticó a la institución donde trabajaba, la situación de Carolina Sanín y su expulsión de la Universidad de los Andes. Un caso importante para la libertad de expresión y que ahora tiene una tutela en estudio en la Corte Constitucional donde se definirán, en parte, las garantías que hay para hacer crítica, y sobre todo autocrítica, en las instituciones de educación superior (memes incluidos).
http://lasillavacia.com/blogs/la-universidad-de-los-andes-contra-la-universidad-de-los-andes-i-59275
Lo que sí podría decir, en relación a Arcadia, es que una de mis malquerientes anda diciendo lo mismo que dice el texto de Vanegas, que gracias a sus gestiones con el propietario de Publicaciones Semana, salí de ese medio, una mentira más y una venganza impía de alguien que al parecer también gusta de la «censuritis» y no me perdona que yo le haya hecho eco a un crítico que alguna vez la críticó:
http://lasillavacia.com/elblogueo/lospina/la-imagen-del-intelectual
Suerte a Vanegas en su batalla, que no es la de él, es la de todos, como queda claro en su texto y campaña.