Aerophon 10 años

El pasado 2 de diciembre, desde las 10 de la noche se dio un encuentro musical en el Boogaloop Club en donde el grupo de rap Aerophon Crew sería el centro de atención por su décimo aniversario. Se suponía que el inicio del concierto sería a las 9 de la noche, pero uno ya no puede esperar puntualidad en este país y menos si se trata de eventos musicales. De todas maneras, la tardanza se olvidaría después de pasar unas horas agradables al son de los grupos que a uno le traman. Dentro del itinerario se encontraban presentaciones de Dj Mike Style, Dj 113, Robert Tiamo, Rap Bang Club, Alcolirykoz y, por último, Aerophon Crew.

Para aclarar, el artículo carece de referencias visuales sobre el concierto, pues como política personal, me niego a sacar un celular para grabar o tomarle foto a un momento el cual puedo vivir personalmente sin necesidad de demostrarlo con audiovisuales a otros.

El evento inició sin espera por parte Dj Mike Style, un Dj bastante reconocido sobre todo en la escena del Reggae y el Dancehall. Personalmente, no disfruto mucho de presentaciones de Dj’s pero este tipo le dio al clavo al proponer una lista de reproducción de puro rap en español, sobre todo colombiano. Es certero iniciar un concierto de esta manera ayudando a calentar al público mientras se alistan los que de verdad uno fue a ver. Después prosiguió la presentación de Dj 113. El tipo si se fue por una lista de reproducción meramente de rap en inglés y, además, vieja escuela. Para ser sincero, lo disfruté muy poco, mucho menos que el anterior, y no tendría por qué, la escuela del rap con la que me crie va desde Eminem hacia acá, y eso hablando de rap en inglés, nada que ver con Wu-Tang Clan, N.W.A., Tupac, Notorious B.I.G., entre otros que sonaron ese día a través de las consolas de ese man. Si algo me gusta de los mencionados, es realmente muy poco, además, es muy curioso cómo este rap sigue retumbando en las cabezas de los jóvenes, pues debí ser el único que no se sabía ninguna canción.

Una vez caliente la zona, Dj 113 pondría la pista con la que finalmente saldría el venezolano Robert Tiamo. Debo decir que soy un pésimo espectador y no hice la tarea de estudiar más a los raperos que se presentarían esa noche, sin embargo, lo poco que he escuchado de este intérprete es sin lugar a dudas genial. El tipo es de esos poetas bohemios y medio borrachos que le cantan rimas a la mujer y a la cerveza, uno podría imaginarlo escribiendo en un cuarto pequeño a media luz y con un cigarrillo en la boca. Para ayudarle como corista a Tiamo, estaba Red Little, un rapero anónimo para muchos de nosotros (seguramente), quien tuvo la oportunidad de presentar uno de sus temas y pa’ qué, pero sonaba bacano. Aunque Robert fuera telonero, la verdad me parece que su nivel da para que se le hubiera dado más tiempo en la tarima, y este problema del tiempo lo tuve también con el resto de las presentaciones, pues de a pinches 15 minutos, no se alcanzaba a disfrutar de mucho.

Cuando uno creía que la tortura (para mí) de la lista de reproducción de rap en inglés había terminado, después del cortísimo tiempo de Robert Tiamo, Dj 113 se dio gustico otro rato con la consola. Más tarde, para suplir a 113, aparece el legendario Benny B, uno de los productores de rap colombiano más reconocidos de la industria en el país. Honestamente no tiene nada que envidiarle a Dr Dre (productor vieja escuela, gringo), ha trabajado con pesos pesados como Flaco Flow y Melanina, JHT, Lianna, Big Mancilla y Aerophon Crew, entre muchos. Si hay raperos que valgan la pena en este país, es que han pasado por las manos de Benny. Si la cosa todavía no se había calentado para el momento, se sabía que la salida de ese man a escena significaba que ya se venía lo poderoso. Aunque el man tenga tanto reconocimiento y respeto a nivel nacional, la verdad y personalmente, siento que como Dj la cagó. Su participación, a diferencia de los anteriores, no fue individual, el salió como colaborador de los grupos siguientes, pero su estilo se me hizo más al de una emisora de cañonazos de música de buseta, sobre todo por sonidos cuya onomatopeya no sé replicar, además de otros intentos de animar el momento, hablando en inglés como si fuera una fiesta gomela-wannabe. Lastimosamente para mí, eso le bajó el nivel a la vaina. No obstante, esas no son penas. Ahí mismo salió Rap Bang Club, grupo bogotano que está aprovechando su momento de auge. Sus letras y ritmos no son de mi completo agrado, pero aun así, su show en escena es tremendamente espectacular. Uno después de escuchar a Robert Tiamo queda con ganas de ponerse a leer poesía en medio de la soledad, después de escuchar a Aerophon Crew uno queda pensativo, en cuanto al amor, la música, la vida, pero después de escuchar en vivo a Rap Bang Club, uno queda encendidísimo, pues la energía que mueven esos manes es poderosamente contagiosa. Aunque ambos integrantes del grupo mantienen un estilacho similar, nada se compara con la locura de Pezcatore cantando y actuando sus letras. Después de Rap Bang, antes de la salida del siguiente grupo, Benny B, se tomó un tiempo de alistar todos los corotos mientras colocaba una salsa durante el medio tiempo, como dije antes, puros cañonazos de buseta.

Después de un rato, apareció Aerophon Crew, la estrella de la noche. Supongo que al igual que yo, muchos quedaron esperando la presentación de Alcolirykoz antes que la de Aerophon, pero también supuse, que al igual que en otros conciertos en los que he estado, el grupo principal no es el que cierra el evento, entonces no le metí más cabeza al asunto. Aerophon no es un grupo de antaño, ni son los mejores, pero esos manes, verdaderamente, la rompen. Leyendo un poco de su historia, me di cuenta de que somos medio contemporáneos y que alguna vez fuimos casi vecinos. Los manes formaron el grupo a lo último de su vida escolar hace 10 años, y no pude evitar imaginar y recordar como por la misma época yo estaba “jugando” al rapero junto con mis amigos del colegio, mientras a unos les interesaba más el grafiti o el breakdance. Tal vez si uno le hubiera puesto las mismas ganas que Aerophon estaría en las mismas con ellos. Dije que fuimos casi vecinos porque en Bogotá las localidades son grandes pero no tanto, uno se termina topando con todo el mundo y conociendo las mismas zonas, y en Engativá somos vecinos desde Las Ferias hasta El Cortijo. Según yo y mi propia experiencia, el grupo comenzó a ser reconocido por los grafitis de su nombre (APNC) por todas las calles, ya que por ese tiempo su temática más constante era la del “grafiti-rap”. Entonces, los grafitis eran realizados por los mismos integrantes del grupo: Ruzto, Frank Takuma y el mero grafitero Saks, quien ha sido parte de la élite del grafiti por años logrando posicionarse como uno de los mejores bombarderos en la ciudad (grafiti ilegal). Y así, perteneciendo a la misma localidad del grupo, supongo que uno era privilegiado al ver más de sus grafitis por la zona. Ya durante la presentación, estando a la total expectativa, esperando cantarlas todas (porque a este grupo si lo estudié), me topé con que el grupo empieza con las canciones más viejitas. Voy a ser sincero y a decir que pienso que el “fan” perfecto no existe. Por más que a uno le guste un cantante o un grupo, se escapa de las manos saberse todas las canciones, pues hay factores como las letras o los ritmos que hacen que a uno le trame más una canción que otra y eso se vio evidenciado cuando no supe nada de al menos las primeras 5 canciones, y muchos del público también quedaron en las mismas, tanto que el mismo grupo se dio cuenta que muy pocos los estaban siguiendo y entre una jugarreta de muy buen humor, Ruzto nos lo reprochó. Y nuevamente lo digo, esas no son penas, ya en un rato el grupo siguió con las no tan viejitas y ahí si a gastar garganta. Un plus que le subió el nivel a la parte de Aerophon fue el de meterle saxofón, trompeta y teclado a la vaina, saliendo de toda la simpleza de un beat. Como tal, Aerophon es un grupo demasiado serio, sus letras lo dejan pensando mucho sobre las cuestiones de la vida, como las malas decisiones, la familia, el amor e incluso Dios. Pero eso no quiere decir que uno quede como un existencialista suicida después de oírlos, ni evita que el grupo se la soye completamente, y eso se notó con la lanzada de Ruzto hacia el público, ciertamente fue de lo mejor.

Ya avanzadita la presentación de Aerophon, comienzan a hablar de alguna vez en la que pasaron por Medellín y como conocieron al grupo paisa Alcolirykoz; ya en esa parte todos sabíamos para dónde iba la cosa, así que nos dispusimos a prestar atención al temazo que comparten esos dos grupos, y fue ahí donde salió del escenario el grupo principal para dar entrada a los paisas, quienes la rompieron con dos temas más. Es ahí donde vuelve el problema de los tiempos dados a cada presentación. Tal vez en calidad, tanto como en reconocimiento, respeto y fama, Aerophon y Alcolirykoz están en igualdad de condiciones, por eso es que la presentación de estos mismos daba mucho más caché al concierto. Sin demeritar a nadie, pero aún así, muchos fueron meramente a ver a Alcolirykoz, y de todas formas su tiempo fue demasiado corto, dejando con ganas de más. Entonces después de la corta aparición de estos, vuelve a aparecer Aerophon para terminar de romperla en forma. Hubo temas que se quedaron por fuera, pero al mero final, como cierre de su participación, invitan al ya mencionado Saks a subir al escenario para acompañarlos a cantar Mi Familia, con la cual, tanto al grupo como a muchos asistentes se les resbaló alguna lágrima, dando énfasis a la familia que se ha creado dentro del grupo con el trascurso de los años y finalmente así se concluye la celebración del primer decenio de su carrera, por todo lo alto.

Felipe Chaves Granada
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